La primera obra de arte de los robots «Leo» y «Nardo» en los quirófanos asturianos

Los dos robots cirujanos se estrenan «con éxito» en una operación renal: «Fue emocionante y más rápido de lo esperado»

lusionados» gracias un primer paso firme para «asentar la cirugía robótica» en los quirófanos asturianos. Ayer fue un día de celebración para la sanidad asturiana. Con el pulso y la seguridad de los mejores cirujanos del mundo, los robots quirúrgicos «Leo» y «Nardo» debutaron con éxito en una intervención real en el HUCA y el Hospital de Cabueñes. Estos dispositivos de última generación («Da Vinci Xi») practicaron una prostatectomía radical laparoscópica, una extirpación de la glándula prostática, con la máxima precisión posible para evitar daños en las estructuras funcionales. «Es el primer paso para que las cirugías robóticas se perfilen como la base elemental en este tipo de pacientes. Crecerá en los próximos meses», celebraron ayer Jesús Fernández y Luis Rodríguez Villamil, jefes de Urología del HUCA y Cabueñes.

La ayuda de los «Da Vinci» es un salto tecnológico sin precedentes para la sanidad asturiana tras una inversión de 13 millones de euros por parte del Principado. «Leo» debutó en el HUCA. «Ha sido una operación más rápida de la que podíamos esperar», celebró Jesús Fernández, jefe de Urología del HUCA. Entre el equipo quirúrgico de ocho personas, ejerció como tutor Roberto Ballesteros, urólogo del Hospital Marqués de Valdecilla (Santander). Y al mando del robot estuvo el urólogo Jorge García, quien vivió con «gran satisfacción trabajar con un equipo perfectamente coordinado».

Es entendible esa «ilusión». Tan solo hay 120 modelos «Da Vinci» por los quirófanos de España. Son la vanguardia de la tecnología médica. Sus arácnidas articulaciones permiten realizar incisiones ultraprecisas, imposibles de igualar a pulso. En Cabueñes también se realizó a un varón otra prostatectomía radical sin ningún contratiempo. Luis Rodríguez Villamil, jefe de Urología, espera que el paciente «sea dado de alta este mismo sábado», salvo que se produzca alguna incidencia postoperatoria. La ayuda robótica de «Nardo», de gran garantía, permite que se produzcan menos sangrados y un mayor control de las incisiones. En esta segunda intervención, con un equipo de diez profesionales tutorizados y la uróloga Begoña Díaz a los mandos: «Hoy ha sido una mañana muy emocionante e importante para la sanidad asturiana. Pone a nuestro alcance una tecnología solo disponible hasta ahora en otras partes de España».

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