Parece deducirse de un mensaje enviado por la propia Asociación de vecinos que tras su encierro en el Hospital Valle del Nalón, la gerencia ha rectificado y ha cedido a las presiones, dejando abierto el centro por semana, y por tanto mermando la asistencia esos días en otros centros del Área con mayor sobrecarga.
Si no fuera porque ya se ha visto todo, el guión es de película de miedo. Que una Asociación defienda su interés en disponer de un médico de Urgencias en un Centro a 100 m del Hospital, puede entenderse, porque tiempos hubo en que los médicos abundaban como escombro, y peor aún, así se les trataba.
Que una Asociación se crea con poder para mover a su antojo hilos políticos, puede ser, porque tiempos hubo en que sus peticiones eran efectuadas por “personas influyentes”, que como buenos sectarios solo se interesaban por lo suyo y los suyos, y obligaban a estirar el chicle de la demagogia y el cortoplacismo para darles gusto, porque ellos “movían los hilos” ¡cagonmimantu!.
Que una Asociación se crea con capacidad de opinar e incluso enmendar un plan organizativo del Servicio de Salud, despreciando las decisiones de gestores que cuando menos saben algo de que hablan, puede darse, porque somos muy españoles y muy cuñados y sabemos de todo, y porque tiempos hubo en que a esos “gestores” los colocaban ellos, supieran o no, para darse gusto. No está de más recordarles que la falta de planificación del recambio generacional y el maltrato que estos “gestores” causaron sobre los profesionales, son la raíz de lo que pasa ahora. NO HAY MÉDICOS SUFICIENTES PARA DAR UNOS MINIMOS. Y LO QUE OBTENGAN POR BRAVATAS, SE LO QUITAN A OTROS TAN “VECINOS” COMO ELLOS.
Y creyéndose que todos esos elementos del thriller siguen siendo ahora aplicables en 2023, como lo eran en 2002, ante la REALIDAD que nos consta les han explicado quienes intentan poner un ORDEN para cubrir con escasos medios las necesidades, la respuesta es la bravuconada:“PUES ME ENCIERRO HASTA QUE ME HAGAS CASO”.
Tienen el oportunismo político como aliado (parece que el apoyo del PP y Podemos a la astracanada sanitaria está garantizada… menuda combinación ¿Pactos por la Sanidad? Me parto.). Y, de nuevo, la cobardía de los responsables sanitarios ante los “vecinos sin interés en entender la situación pero muy votantes”. Que decepción.
Pues bien, el que avisa no es traidor: esta concesión tiene dos consecuencias importantes:
- El éxodo de los nuevos médicos contratados como vinculados a los centros del Área, que no van a dar abasto, y ante la carencia de mano de obra en todos los sitios de Asturias, España y Europa, empezarán a irse a mejores destinos. Y no es por dinero, ni por comodidad, sino por dignidad: están formados para ser médicos y mirar por la salud del conjunto de los ciudadanos, no para ser peleles inertes de decisiones indocumentadas. ¡Y ojito!, que va a pasar. Además, en cuanto vean las carteleras anualesfuturas QUE SEGURO LES VAN A VOLVER A CAMBIAR Y VOLVER A CAMBIAR..saldrán corriendo. Y harán bien. ¿Y, así se puede trabajar y conciliar la vida personal y laboral con cambios constantes en tu jornada?. Los derechos laborales de los trabajadores sanitarios “pa otros” que yo tengo “derecho” a lo mío. Parece poco democrático no respestarlos, ¿verdad?
- Los médicos que asisten en La Felguera, Sama y allí donde se reduzcan efectivos, los vecinos tendrán más espera y menos calidad. Eso sí lo podemos asegurar. Si la Asociación mira menos por unos que por otros, lo siento pero no pretenderán encima que en La Felguera andemos con la lengua fuera y el alma en la boca. Si hay pocos médicos, los podrán repartir caprichosamente, pero CUANDO NO HAY PARA TODOS, NO HAY. Quizás haya que volver a la Edad Media y proponer unas justas, no sé, por adecuarlas a la región quizá una competición de comer chorizos a la sidra entre vecinos de Riaño y La Felguera, los que revienten antes, se llevan el médico al Centro. ¿Sardónico? No más que tu código postal condicione tu acceso a recursos porque tú lo valgas.
Qué decir de la responsabilidad política de más alta, de la Consejería. Mal empezamos si la opinión de sus propios gestores y de los profesionales, para una vez que se alinean en el interés (y el sentido) común no sirve, y el concepto de “Sanidad pública equitativa y de calidad para todos” se prostituye bajo el peso de los lobbies vecinales “afectos”. Pues nada, Edward Smith hizo algo parecido con los consejos de los que sabían, y acabó estrellando el Titanic. Reflexión del día para nuestra flamante capitana. Si somos nosotros los que tenemos que sacar conclusiones, muchas gracias por el mal ejemplo, si hace falta, podemos ser tan bestias como cualquiera.
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