TROCEAMIENTO DEL MIR EN 17: NO ES NO.

OPOSICIÓN FRONTAL A LA TRANSFERENCIA. NO SOLO EL MIR: SE ACABARÁ CON LA EQUIDAD Y LA CALIDAD ASISTENCIAL  DEL SNS.

En medio de la complicada situación  política que estos días se mueve, y en la que como sindicato apolítico poco tenemos que decir, porque muchos temas  escapan a nuestro control y habrá que ver  si repercuten o no,  hay uno  que nos debería poner los pelos de punta y hacer saltar las alarmas: el troceamiento del MIR, transfiriéndolo a las CCAA, y firmado como promesa con nacionalistas gallegos, catalanes y vascos. El SIMPA quiere manifestar en estas palabras nuestra frontal, rotunda, indignada y justificada OPOSICICIÓN A LA TRANSFERENCIA DEL SISTEMA DE RESIDENCIA A LAS CCAA.

¿Porqué hemos de dar credibilidad a esta promesa, en medio de la pléyade de otras? Por sus indicios: no es inocente que la «elección centralizada en tiempo real» que hemos demandando para los MIR desde la pandemia sea IMPOSIBLE. Algo estaban gestando, y por supuesto, minorar el papel del Estado  y empoderar los intereses nacionalistas es algo que  vende políticamente y le sale barato en términos monetarios  al Gobierno y su ya menguado Ministerio de  Sanidad.

Esto sería el fin del examen único, y como ocurre cada vez que algo se descentraliza, los intereses localistas crean mayores oportunidades de manipulación y de endogamia. Este disparate empeorará las condiciones formativas y laborales de los médicos jóvenes y atenta directamente contra la equidad y la calidad asistencial en toda España.

Desde el punto de vista laboral, estarían creadas las condiciones para desarrollar las bolsas de precariedad que se quisiera en cada autonomía, sacrificando la formación, por supuesto.  Ahora mismo la formación es HOMOGÉNEA, y por tanto , las garantías de que quien presta asistencia es un profesional bien formado, son las mismas en todo el Estado.  Se producirá la inevitable  merma de equidad de acceso y las dificultades o imposibilidad  para formarte en centros, especialidades o CCAA donde tus méritos te lo permitan, ya que las restricciones serán políticas y por intereses ajenos  a la propia Sanidad.

Si necesito Médicos de Familia, Cardiólogos o Radiólogos, aumento plazas en MI Universidad (¿Qué no hay profesores? los fabrico, siempre habrá alguien que se preste),  aumento MIS plazas MIR (¿Qué la formación se resentirá y los tutores no podrán mantener estándares? Pues cambiaré MIS estándares), impondré MIS limitaciones de acceso y claro, la contratación de MIS facultativos ya será tan precaria y tan abusiva como yo decida porque…¿A dónde van a ir si son MÍOS?.  El gueto perfecto. El sueño húmedo de los gestores ineficientes y los políticos demagogos.

La equidad,  calidad y seguridad de la asistencia, sobre todo la Pública (con la que tanto se les llena la boca),  va a resentirse gravemente, nadie podrá controlar unos mínimos formativos y asistenciales, eso sí, batas blancas con un rótulo vamos a tener a retorcer. A  los pacientes se les ¿tranquilizará? con que «habrá suficientes médicos», el opio moderno del pueblo. Para determinados políticos los pacientes son una fuente de votos fácil porque la demagogia cala hondo sobre los necesitados de ayuda.  «A mí que me vea un médico, eso de la formación es cosa de los que mandan, que para eso les voto».  Y los estudiantes verán más rentable estudiar catalán o vasco que Anatomía, donde vas a parar. Vamos, el amagüesto está servido, o peor, los 17 amagüestos. Un desvarío en toda regla diseñado por aprendices de Maquiavelo que no dejan de ser orates adictos a prebendas, a mayor gloria de sus intereses.

La única ventaja del MIR es constituir un examen único para toda España con  reglas unificadas. El sistema de residencia se creó cuando la gestión sanitaria la dirigían médicos, es un sistema de selección que ha demostrado objetividad y criterio adecuado durante muchísimos años, y su mercadeo político está fuera de los intereses de los facultativos. Debe seguir gestionándolo el Ministerio, que bien poco se le pide. La CESM, en la que algunos nos estamos ya manifestando en avant,  las organizaciones colegiales, las sociedades científicas, entre las que la FACME ya se ha posicionado,  y por supuesto la Confederación Española de Estudiantes de Medicina (CEEM) debemos  unirnos y oponernos radicalmente e incluso si este dislate persiste será  la gota que colmará  para reivindicar todo lo que nos deben, que es muchísimo. Que no se lo tomen a broma, que esto es muy grave pero no es la única afrenta, está lloviendo ácido sobre mojado.

Que quede muy claro desde el SIMPA: NO ES NO. Oyisti, Sánchez?