Colgar la bata. «Así no sigo. No puedo atender bien a mis pacientes»

Colgar la bata. Es la tentación de muchos que tienen la posibilidad. Otros no ven el momento de llegar a la edad para hacerlo en una sexta ola de covid que ha puesto a los centros de salud más allá de su límite, sin capacidad ni siquiera para atender a todos los pacientes con síntomas que piden cita; mucho menos hacer los seguimientos rutinarios que son necesarios, también en pandemia, para otras enfermedades. “Yo podría perfectamente haber pedido una baja, pero eso es hacerle una faena a los compañeros porque no me iban a sustituir y los cargaría con más trabajo; así que he decidido dejarlo”, zanja Morera, que lleva desde septiembre retirado y viendo desde la barrera cómo la variante ómicron ha desbordado las previsiones y superado todos los récords de contagios, por lo que cabe deducir que también de citas en primaria (el dato se publica con más de un año de retraso).