Las listas de espera mejoran en Asturias «más rápido» que en otras comunidades autónomas, celebra Salud

El Consejero responde a las críticas de la oposición asegurando que en el Principado se esperan 27 días por una operación que en la media nacional y sube a 7.084 las intervenciones practicadas por las tardes desde septiembre de 2021

Daniel Ripa, diputado de Podemos, puso ante el consejero de Salud del Principado la situación clínica del exparlamentario Antón Saavedra, “casi quince meses esperando por una resonancia magnética en un hospital, el Valle del Nalón, que declara 82 días de demora media”, o la de Esther Menéndez, “dieciocho meses esperando por una operación de rodilla, cuando la demora máxima que ustedes admiten es de 366 días”, y Pepe Fuertes, un gijonés “que espera desde hace un año por una consulta de Urología”. En la Junta, apartando el caso concreto para elevarse hasta las cifras globales, Pablo Fernández Muñiz volvió a pronunciar eso de que las listas de espera de la sanidad asturiana “no son las que queremos”. Asume que “tenemos que seguir mejorando”, pero añade de inmediato que el ritmo del progreso es superior al de otras comunidades autónomas. Según los últimos datos publicados, resalta, “el número de pacientes en lista de espera para una intervención quirúrgica se ha reducido por tercer mes consecutivo, han bajado en 401 los que aguardan más de 91 días por una operación y el número de consultas y pruebas diagnósticas supera en algunos casos los de los años previos a la pandemia…”

Siempre con la precisión inicial de la insatisfacción, Fernández sigue por su certeza de que “algo indica que vamos por el buen camino”, y menciona los dos puestos que Asturias ha mejorado en el último informe sobre listas de espera del Ministerio de Sanidad, o los 27 días menos que se demora una operación en Asturias en relación con la media nacional de 113 o el tiempo medio de espera por una consulta, que “mejoró en nueve días el promedio nacional”. Como “no nos conformamos con estar mejor que el resto del país”, el Consejero echa mano de sus “planes de choque” y actualiza hasta 7.084 las operaciones que se han realizado desde septiembre de 2021 y hasta este 31 de enero dentro de sus planes de demora quirúrgica, esto es, por las tardes. En enero, la actividad adscrita a estos planes ha aumentado en un 25 por ciento respecto a diciembre, dijo, y en un 31 en comparación con el enero de 2022. Hay “un 22 por ciento más de ecografías” en el paralelismo entre los eneros o un 32 por ciento más de colonoscopias y 20.000 consultas externas más, “la cifra más alta de actividad en el mismo mes de los últimos cinco años”.

 Ripa había puesto sobre la mesa de la Comisión de Salud las cifras que atestiguan que las listas de espera “se han incrementado” desde la llegada de este gobierno en 2019, lo que a su juicio desmontaría el agarradero universal de la pandemia, y que su alza constante “es una autopista para la sanidad privada” además del indicio de un “inaceptable” “proceso de desmantelamiento de la pública”. Ya en el territorio del debate político, en un sutil ejercicio de cruce de la misma acusación de no querer finiquitar lo público, Fernández Muñiz devolvió a Podemos su misma imputación y afeándole directamente una connivencia con Vox les hizo responsables de “abonarse al fomento de la desconfianza en la sanidad pública”, o a “la estrategia que otros están utilizando para privatizar allí donde gobiernan”.

La Comisión de Salud de la Junta vino este lunes cargada de intercambios dialécticos de esta naturaleza entre el titular de Salud y además del diputado de Podemos los de Ciudadanos y PP. De entre la hojarasca del debate político fueron emergiendo las respuestas del Consejero a algunas deficiencias del servicio, y Fernández presumió, a preguntas del diputado del Grupo Mixto, Armando Fernández Bartolomé, de la incorporación a las plantillas del servicio de salud de 44 fisioterapeutas, 19 en atención primaria y 25 en la hospitalaria. El parlamentario interpelante había opuesto las cifras de los profesionales, que recientemente se han manifestado para exponer una demanda de más personal cifrada en “150 trabajadores más” para cumplir los estándares europeos. El Consejero habló de “dos grupos de trabajo para analizar la situación actualizada de las unidades de fisioterapia”, de la recuperación del servicio interrumpido por la pandemia en el hospital Valle del Nalón, o de su incorporación “en cuestión de días” al centro de salud de Cudillero.

Como quiera que Ripa también trajo a la Junta la escasez de psicólogos, Fernández Muñiz presumió esta vez de su apuesta por la incorporación de psicólogos, con la ampliación de la plantilla orgánica con la que “pasamos a tener 94 psicólogos y 123 psiquiatras”, y de su intención de subir en 2030 “otros 38 psicólogos y 27 psiquiatras más” para llegar a tener, respectivamente, 132 y 150 al acabar esta década. El diputado de Podemos blandió los datos ya explicitados sobre el inusitado incremento del consumo de psicofármacos en Asturias para dar fe de que “la falta de profesionales está provocando que se traten los problemas de ansiedad y depresión con pastillas”, desoyendo la necesidad de un “cambio de modelo hacia la terapia activa que no atasque a los pacientes durante años con la medicación”. A su juicio, el ritmo actual de incremento de dos psicólogos por presupuesto, “a lo sumo tres, o nueve en el pico más alto, no es suficiente”. No dan para tanto paciente y “no se pueden atender de forma adecuada las patologías”. En Valencia, ejemplifica, “el último presupuesto incluye un incremento de 186 psicólogos clínicos en centros de salud antes de 2026, con lo que dos terceras partes de estos centros van a contar con atención psicológica. Serán diez millones en cuatro años”, remarca. “Esto sí es un plan de choque”.